jueves, 16 de agosto de 2012


 Era una mañana fría con niebla. Yo estaba sentado, inclinado contra la pared en mi oficina. Cuando de repente sonó el teléfono; Era la policía, había muerto, Ron, mi farmacéutico. Había sido asesinado.
 Llegue a la quinta, había cintas de peligro y policías por todos lados, llegue a la cocina. En la pared escalofriantemente estaba escrito con sangre del cuerpo de Ron, "Dios le da pan al que no tiene dientes".
 El farmacéutico era viudo y sin hijos, había un rumor de que salía con Betty, una empleada de cabello castaño oscuro, alta, delgada y con una nariz fina. Betty, por su lado, fue una de los principales sospechosos. Estuve paseando mientras observaba en el patio unas huellas que me parecían bastante familiares. Volví a entrar a la casa y volví a inspeccionar  el cuerpo. Tenía un diamante clavado en la espalda, era un diamante robado. Continué observando el cuerpo. Tenía el ADN de Betty. Todo coincidía, Betty había escrito con sangre"Dios le da pan al que no tiene dientes" en la pared porque su paga era mínima. Su paga era de $50. Betty mató a Ron con el diamante de su collar, el cual había robado de una exposición de diamantes en París. El diamante de su collar fue lo más puntiagudo que encontró para acabar con él.
 Deduje que las huellas que había hallado en el patio de la casa eran de la camioneta de Betty. Supe que eran las huellas de la camioneta porque Betty era la única que tenía esa camioneta con ruedas importadas de Europa. Comprobé que estas ruedas eran de una empresa Europea porque en las huellas estaba marcada la línea de las llantas. Cuando supe que era la marca "European" comencé a llamar a las marcas de Europa y me dijeron que sí, que Betty había comprado una camioneta allí. Esa maldita muchacha...

fin


1 comentario:

  1. Muy buen trabajo. Han resuelto su historia inventando un móvil y un arma homicida muy interesantes. Vuelvo a destacar la frase final, le da un cierre cargado de sentimiento al cuento. Sin embargo, utilizar la misma frase en el título podría disminuir algo de la intriga que todo policial intenta mantener. Buen uso de las descripciones.
    8 (ocho)

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